En el tema de la nutrición, hay veces que se llega a extremos increíbles. Podemos encontrarnos con dietas pintorescas, píldoras "definitivas", consejos asombrosos, cremas "disuelve grasas”, entre otras soluciones “rápidas y efectivas”. ¿Se puede dar por sentado que los organismos reguladores garantizan la calidad de la información que aparece en Internet? Si bien es cierto que la Comisión Europea ha elaborado más de 15 directivas relacionadas con este tema en los últimos años, resulta extremadamente difícil hacer que se cumplan plenamente en toda Europa. Hay que tener en cuenta que Internet ofrece acceso a contenidos elaborados fuera de Europa que no están cubiertos por la legislación de la UE. Como usuarios de la red, ¿cómo podemos decidir si la información que leemos es fidedigna y de buena calidad? Consejos que debemos tener en cuenta:
Busca en portales y sitios web relacionados con la salud y la nutrición que estén acreditados. Elige fuentes de información ligadas a organismos gubernamentales, sociedades o asociaciones médicas o científicas, fundaciones o universidades. Contrasta varias fuentes de información nutricional y de salud, con el fin de obtener información imparcial y práctica. Desconfía de los sitios web dónde se presenta información parcial o poco creíble con material claramente promocional, escrito de forma sensacionalista, mal estructurado, sin historial ni apoyo profesional, con grandes letras mayúsculas, colores llamativos y signos de exclamación.Contrasta la información consultada con la opinión de un médico de vuestra confianza, en caso de tener un seguro de salud, no dude en acudir a un especialista
