Para muchos, el fútbol y la cerveza son una pareja indisoluble, imposible de concebir por separada y el simple sentido común sirve para ratificar esta afirmación. El 99% de los fanáticos de ese deporte dirán que no hay nada mejor para ver un buen partido junto a los amigos y los hechos apoyan irrefutablemente esa creencia.
Sin embargo, hay muchos que afirman que así como cada partido es diferente y los entrenadores aplican distintas estrategias de juego, lo mismo ocurre con las cervezas: ¿por qué no probar diferentes tipos de cerveza según el momento y los equipos que se enfrenten?
Un tipo de cerveza para cada tipo de partido
Durante los partidos se acumulan nervios y tensión, por lo mismo muchos piensan que la mejor cerveza para ver el fútbol es una tipo Lager, que para muchos fanáticos es lo mejor si se trata de aguantar al máximo las emociones de un encuentro disputado. Tienen entre 4.5 y 6 grados de alcohol, se sirven siempre frías y se disfrutan mucho más con una tapa o algo para picar, como la Mahou de siempre.
Por otro lado, los derbis y los superclásicos son partidos que tienen un gusto y un ambiente especial. Cuando se disputa uno de esos partidos, que para la fanaticada constituyen ocasiones especiales, se puede probar cervezas tipo Pale ale, que tienen más cuerpo, aroma y matices. Son lo mejor si lo que se quiere es degustar con tranquilidad mientras se disfruta de uno de esos juegos que hacen historia.
Para los partidos de invierno y sólo por variar, la cerveza negra Lager es lo más adecuado. Suelen tener un gusto matizado entre café y chocolate; se sirven menos frías que el resto y son perfectas para beberlas acompañadas de un picoteo templado o caliente.
