Hemos explicado en posts anteriores el problema de la impotencia o la disfunción eréctil, pero hoy es momento para hablar de otro problema que también puede traer graves problemas sexuales en las relaciones de pareja: la eyaculación precoz.
La eyaculación precoz podemos definirla como aquella eyaculación que ocurre antes de lo deseado, o demasiado pronto, lo cual ocasiona que el hombre no satisfaga a su pareja en el momento de la relación sexual, es decir que no puede dominar durablemente su excitación y la eyaculación llega involuntariamente, sin poder tener control sobre la misma.
La eyaculación precoz tiene distintos niveles a partir de los cuales se pueden desarrollar tratamientos para la eyaculación precoz. En el grado uno es muy común en adolescentes y directamente relacionado con malos hábitos en la masturbación. Es el más leve y de ser tratado oportunamente es el grado más fácil y rápido de corregir.
En el grado dos se asocia con personas que tuvieron el control sobre la eyaculación en un momento dado. A menudo causado por el estrés, responsabilidades, problemas en el trabajo o personales.
En el grado tres aquellos que no superaron la EP en el grado 2, desarrollan el grado 3. Considerado crítico, debido a que se corre el riesgo de transformar a la eyaculación precoz en un trastorno sexual. Es bastante complejo, pero totalmente tratable y reversible.
En el grado cuatro es el grado más severo y cuando la eyaculación precoz se transforma en trastorno. Anteriormente era necesaria la intervención de un especialista para tratar el problema desde su raíz; hoy en día se puede acceder a portales on-line de forma segura y discreta pero no todos garantizan la recuperación.