a lucha contra la obesidad se está convirtiendo en una prioridad política en casi todos los países desarrollados, pero se ha demostrado que la crisis económica actual, que sigue haciendo estragos en el mundo y que no parece encontrar cauce de retroceso, favorece el aumento de la misma.
En parte porque la gente deja de concurrir a los gimnasios lo que conlleva a una disminución de la actividad física durante el período no laboral, y en parte porque comienzan a sustituir alimentos más caros y saludables como frutas, verduras carnes y lácteos por los de menor coste, como los farináceos y los conocidos como "comida basura".
En España por ejemplo, se considera que un tercio de los niños corren peligro de ser adultos obesos.
Se cree que el avance tecnológico ofreciendo de manera simple y económica las máquinas de comidas rápidas, que se pueden encontrar en casi cualquier lugar, es una de las causas.
La revista American Economic Review considera que las calorías se gastan en el trabajo o diviertiéndose. Con el progreso, el trabajo se ha vuelto más sedentario, lo que se relacione con una disminucion de su gasto al perderse gran parte del trabajo manual de otros siglos.
La población con mayores ingresos ha podido sustitir esa pérdida del trabajo manual por actividades físicas de ocio. Pero cuando las rentas no alcanzan para pagar esta nueva manera de compensar la inactividad, se transformarían en un importante causa agregada de obesidad.
Un problema a ser estudiado profundamente para poder encontrarse rapidamente una solución.