Como sabemos las leyendas nos describen acontecimientos importantes que marcan la historia y que son narradas de generación en generación, y en este sentido el tequila no podíaquedarse sin la propia.
Cuenta la leyenda que antiguamente en Tequila, municipio del estado de Jalisco, un pequeño grupo de campesinos se encontraban cuidando de sus sembradíos cuando comenzó a caer una tormenta memorable sobre un campo de agave, por lo que los campesinos tuvieron que guarecerse en una cueva cercana, desde la cual pudieron admirar como los rayos caían sobre las plantas quemándolas.
Una vez que la tormenta había cesado, los campesinos se acercaron nuevamente a sus cultivos y se percataron que las plantas quemadas se habían cocido por el calor y estaban cubiertas por una especie de miel, con un aroma muy agradable que indudablemente invitaba a probarla. Por lo que los campesinos decidieron probar un poco y descubrieron un agradable sabor dulce que decidieron compartir con su comunidad.
Pasados los días, uno de los campesinos regreso a su casa después de un largo día de trabajo y encontró un pequeño pedazo de agave con miel que había olvidado comer, el cual desprendía un olor muy diferente al del día de la tormenta y que además tenía espuma blanca y espesa, que por supuesto no puedo evitar probar, para su sorpresa su sabor era más enriquecido que el que ya había probado anteriormente, por lo que separó la espuma y el líquido para consumirlo con el resto de la comunidad.
Al probar su sabor, todos los campesinos consideraron que la bebida obtenida durante la tormenta había sido un regalo de los dioses, y por su origen se decretó que el tequila sólo podía ser consumido por jerarcas y sacerdotes, pero exclusivamente durante las festividades religiosas en honor a los dioses que les habían dado tan noble regalo.