La paz y sencillez de San Javier y Yacanto – Córdoba - Argentina

La paz y sencillez de San Javier y Yacanto – Córdoba - Argentina

Después de recorrer cientos de kilometros, cruzando rutas y paisajes tan parecidos como distintos, donde la llanura pampeana predomina y los campos cosechados nos ofrecen su mejor cara, voy percibiendo un cambio de aire. Con la llegada a Achiras, en el límite de las Provincias de Córdoba y San Luis, todo se va tornando más interesante.

La extensa llanura va dejando lugar a las ondulaciones y curvas cerradas que provocan las sierras, pero sobre todo van dejando paso a un paisaje maravilloso, de praderas, valles y poblaciones con una tranquilidad envidiable.

Siento el famoso microclima de la siempre atractiva ciudad de Merlo, donde realizo mi última parada antes de cruzar de nuevo a Córdoba, para encontrarme con los fascinantes y misteriosos parajes de Traslasierra. Incluso el nombre de la región le pone más intriga a la llegada. Traslasierras, un lugar detrás de las sierras, tal vez escondido o marcado de diferencias con su otro lado.

Pero todas estas incognitas se empiezan a develar cuando llego a la ciudad de La Paz, primer paraje de este conjunto de poblados serranos inolvidables. Alli encontramos el mítico Hotel Loma Bola y la única estación de servicio a unos cuantos kilometros a la redonda.

Siguiendo viaje, pasamos por Travesía, Luyaba y La Población, pequeños pueblos muy pintorescos, para por fin desembocar en Yacanto y San Javier, poblados hermanos, pegados por la misma calle y casi indivisibles.

En San Javier me encuentro con la popular plaza con su Iglesia muy bien mantenida, los bares y pulperías típicas de estos poblados, algún almacén, unas casas de artesanías y en una esquina se encuentra un palenque con caballos y burros para la aventura de los más chicos. También llaman la antención las 4X4 estacionadas en la plaza.

Ya cansado del viaje voy en busca del lugar que me va a alojar en estos dias de desconexión total.

Subiendo una calle de tierra, veo que los carteles indican que me dirijo en la misma dirección que el ascenso al legendario Cerro Champaquí. Paso ranchos de adobe y muy bonitas casa antiguas, cruzo el balneario del pueblo, sigo subiendo, y parece que me voy a internar en la montaña. El camino se pone más sinuoso, cuando por fin diviso el lugar, parece de ensueño. Para ingresar tengo que cruzar un pequeño arroyo que me premite apreciar este magnífico lugar, lleno de vegetación y con una imponente imagen del Champaquí en el fondo.

Puedo tomar toda la paz que me brinda este poblado, siento que todo lo que conocía queda afuera, me siento en un lugar único, detenido en el tiempo.

Me invitan a realizar una caminata por el sendero de Ambrosio, un camino de piedras, que cruza pequeños ríos y piletones de agua cristalina. Llego a conocer a unos cuantos pobladores originarios de San Javier y Yacanto, que se reusan a la modernidad y siguen con sus antiguas tradiciones y costumbres. Se los ve en las pulperías con sus caballos.....

De vuelta en la plaza me siento a tomar un vaso de vino en una de las mesas del bar más concurrido, y a mi mesa se sienta José, un poblador no tan originario pero que ya tiene unos cuantos años viviendo alli.

Me cuenta un poco la historia de toda esta zona y me nombra con orgullo, los nuevos personajes que empezaron a visitarlos desde hace poco tiempo: me habla de Fito Paez y Cecilia Roth, de Fernán Mirás, me dice con su tonada cordobesa que "...son un pueblo Vip...", "..que hasta llegan gringos desde Europa para ver esta maravilla....". Y lo que me dice es una realidad, se ve un pueblo mezclado entre oriundos y foraneos, algo que hasta hace 5 años era impensado. Donde algunas famosos eligen para sus días de descanso.

Ya va cayendo la noche y la plaza se ve encendiendo, con su feria de artesanías, sus paseos y se ve que estoy de suerte porque hay una peña esta noche en el patio de la iglesia con empanadas y vino.

Después de aquella larga noche, me despierto con un desayuno serrano que me llena de energía, luego de un chapuzón en la pileta, y un pequeño recorrido por el verde espacio de las cabañas.

Los dueños me están esperando con un chivito serrano y un buen vino. No sé como agradecerles tanta hospitalidad, me hicieron pasar unos días muy especiales.

Sin duda ya estoy pensando en volver y quedarme más tiempo, pero de a poco mi cabeza vuelve a pensar en la rutina y el trabajo que por suerte pude dejarlos de lado en este hermoso viaje.

Fuente: ,el sitio dedicado a la promoción de alojamientos turísticos de tipo Cabañas, Cabañas con Spa, Lodges, Bungalows y Aparts, orientado al sector ABC1.

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