El neopreno, un caucho sintético desarrollado durante la II Guerra Mundial, fue usado como sustituto del caucho natural debido a la escasez de ésta en su momento. La invención del neopreno fue un importante aporte científico, pues mantenía la mayoría de las ventajosas propiedades de la goma natural, pero sin muchas de sus desventajas. El neopreno tiene más o menos la misma elasticidad pero es resistente a la degradación por radiación ultravioleta, calor y solventes hidrocarbónicos que normalmente dañan a la goma natural. El neopreno es mucho más durable – una propiedad altamente fabricada por quienes fabrican botes inflables.
A través de la adición de tres átomos de cloro a una molécula de neopreno, se obtiene el hypalon, que es otra forma sintética del caucho. El hypalon tiene más o menos las mismas características que el neopreno, excepto por el hecho de que es mucho más durable y más resistente a la abrasión. La radiación ultravioleta y el calor tienen menos efectos negativos sobre el Hypalon que sobre el neopreno, así es que los botes inflables de este material no se degradan tan fácilmente con la luz solar como los botes inflables de caucho natural. La desventaja del Hypalon es que no es tan hermético como el neopreno, y también es más difícil de adherir.
Hoy en día, mientras que la mayoría de las compañías fabrican botes inflables de alguno de estos dos materiales, algunas empresas también han comenzado a fabricar botes utilizando un material desarrollado relativamente reciente, conocido como policloruro de vinilo o PVC.
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