En la historia de la humanidad los terremotos han dejado consecuencias que en cierta forma aun no hemos podidos superar, lo que nos llena de pánico al momento de vernos en medio del mismo, convirtiéndose ese pánico en nuestro peor aliado.
Hasta el momento se puede ubicar su origen en la parte más profunda de la tierra (hipocentro) y en la superficie de la corteza terrestre (epicentro) y la famosa medida que desde pequeños estamos oyendo la escala de Richter que va entre el grado 3 y el 10.
Los daños producidos acabamos incluso de verlos en el más reciente en Japón, caída de construcciones, incendios, interrupciones de servicios básicos, agua, luz, teléfono, gas, y maremotos.
Sin embargo el movimiento de la tierra en la mayoría de los casos no es la causa directa de muertes y heridos, esto se debe a que no se tomaron las medidas de prevención y la situación no se manejo con la mayor calma posible.
Vuelvo a citar el ejemplo de Japón en este caso comparado con el caso de Haití, prevención y calma hicieron la diferencia aun cuando el terremoto de Japón 8.8 grados Richter libero 1000 veces más energía que el terremoto de Haití de 7.0 grados, de enero del 2010 según los expertos.
Los números hablan por sí solos 5000 muertos y heridos tras el terremoto en Japón y en Haití 316,000 personas murieron y 350,000 más quedaron heridas.
Saber que en caso de terremoto, podríamos mantenernos protegidos en nuestro propio hogar, nos brindará calma y por ende, salir airosos de un movimiento telúrico fuerte. La calma sólo se logra a través de la prevención, algo en lo que debemos reparar desde nuestra casa.
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Ing. Daniel Rosario Lagares
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