La construcción de muros con bloques de hormigón presenta ventajas económicas si lo comparamos con cualquier otro sistema constructivo tradicional. Para empezar, al constituir un sistema modular, el bloque de hormigón permite una gran certeza en la medición de materiales en la etapa de proyecto.
El tamaño relativamente grande del bloque de hormigón deriva en un gran rendimiento constructivo y un menor número de juntas, la parte más vulnerable de la fábrica. La puesta en obra es similar a la del ladrillo pero su ejecución es más rápida y sencilla, al disponer de un gran número de piezas especiales (dinteles, plaquetas, , medios bloques, bloques de encuentro para mantener el aparejo, bloques de esquina).
Existe una economía de hormigón a vertir en obra, ya que al ser el bloque un elemento parte integrante de la estructura, parte del material ya está prefabricado y fraguado.
El bloque de hormigón es hueco, generalmente. Esta circunstancia, además de posibilitar la colocación de armadura en su interior mejora los aislamientos térmico y acústico.
Los bloques de hormigón presentan una inercia térmica elevada y su resistencia al fuego puede alcanzar un RF-240. La nula reacción al fuego de los bloques de hormigón los clasifica como A1 sin necesidad de ensayo.
La verificación de la seguridad estructural de muros de bloque de hormigón en España está reglamentada en el Documento básico SE-F Fábrica, del Código Técnico de la Edificación.
