Sabemos que los combustibles fósiles son cada día mas escasos y es por esto que el gobierno estadounidense ha invertido US$122 millones para el desarrollo de esta tecnología, buscando como resultado tener otra opción de energía alterna a los fósiles.
Este proyecto se basa en una serie de hojas artificiales que se produce en laboratorios y buscan almacenar la mayor cantidad posible de energía solar, para posteriormente por medio de fotosíntesis generar “combustible” utilizando los rayos solares, el agua y el dióxido de carbono que está presente en la atmósfera.
El profesor de química del Instituto Tecnológico de California (CalTech) Nathan Lewis agrego: “El sol es la más grande de todas las fuentes de energía que el ser humano tiene disponible, pero debemos hallar una manera de capturar, convertir y almacenar esa energía si queremos conseguir un sistema energético limpio. Generar combustibles directamente de la luz solar es una oportunidad única en este sentido” Esta energía almacenada es mucho más densa que la que se almacena en baterías o compresores convencionales lo cual es toda una ventaja.
Estas hojas son componentes hechos a base de silicona con pigmentos que en el caso de las hojas naturales serian de color verde, pero que en el caso de estas hojas artificiales son de color negro, además de todo son 10 meces más potentes a la hora de realizar fotosíntesis que las hojas que vemos a diario.
Con todo esto se busca en un futuro tener techos cubiertos de esta membrana negra, para aprovechar y utilizar esta energía. También se busca la implementación en objetos como automóviles, aunque en este momento por ser una tecnología nueva es un poco costosa, esperemos que sigan adelante los avances en esta materia.
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Cordialmente,
Juan Kamilo Londoño Benitez
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