En el siglo XII a. C, este pueblo de lengua aria, procedente de Asia Central, se afincó en la meseta de Irán, (actualmente Irán y Afganistán), entre los límites del mar Caspio y el golfo Pérsico, estableciendo su capital en Susa, junto con los medos, pueblo que los dominó.
Esta situación continuó hasta mediados del siglo VI a. C., en que la situación cambió, bajo el reinado de Ciro II, el Grande, que venció a los medos, cuyo rey era llamado Astiages, y los sometió a su autoridad, aceptada por los medos, a quienes demostró respeto, incluso hacia Astiages, a quien le fuera perdonada la vida.
Sentó las bases de un nuevo imperio conquistando Lidia, en el Asia Menor, las colonias griegas del Asia Menor, y la Mesopotamia, luego conquistando Babilonia. Realizó una fuerte reforma militar, convirtiendo a la caballería en la fuerza de choque más importante. Ciro murió en el año 529 a. C., durante una campaña militar.
Egipto fue sometido bajo el reinado de Cambises, hijo de Ciro, en el año 525 a. C., quien no mantuvo un buen gobierno. Adoptó los dioses egipcios, a los que luego insultó, tal vez ofuscado por las duras derrotas en Nubia y Cartago. A su muerte, le sucedió su primo lejano, Darío, que siguió la misma política de expansión territorial, en tanto que logró restablecer el orden interno de modo violento, hasta que encontró freno en las ciudades-estado griegas que vencieron en las guerras médicas, lo que posibilitó la conquista del imperio persa por Alejandro de Macedonia, en el año 330 a.C. Si desea conocer más sobre alfombras ingrese en www.alfombrasmoron.com