Los que compran consolas de videojuegos no son los clientes comunes y corrientes que adquieren un producto, lo utilizan y continúan con su vida: son los clientes que cualquier industria desearía ya que le son fieles a su marca y la defienden a capa y espada en las acaloradas discusiones que tratan de concluir cuál es la mejor consola. Puede que Wii tenga el sistema de juego más intuitivo e inclusivo de las tres consolas, pero sus deficientes especificaciones técnicas evitan que tenga los mismos juegos que la competencia y, cuando los tiene, las diferencias son grandes. Quizá Xbox 360 cuente con el mejor servicio en línea, pero es aquejado por una falla que se puede presentar en cualquier momento y aunque PlayStation 3 es la consola más poderosa, perdió las exclusividades con las que contó la generación anterior.Tal pareciera que esta generación está marcada por el espionaje industrial porque las tres plataformas muestran servicios idénticos: Wii fue el primero en ofrecer noticias y pronóstico del clima, PS3 le siguió y además copió el modelo de tarjeta de jugador implementado por Xbox 360, quien a su vez tomó prestada la idea de los Miis para hacer sus Avatares. El debate sigue abierto, pero si las ventas fueran un argumento a utilizar, la mejor consola sería Wii. Sin importar que Xbox 360 esté ganando terreno en Estados Unidos y que PlayStation 3 haya liderado las tablas en Japón, la consola de Nintendo se mantiene como la mejor vendida de las tres.En un mercado en el que los mismos juegos llegan a todas las consolas con gráficas similares (salvo el caso de Wii) y en el que todas ofrecen opciones idénticas (renta en línea de películas y shows televisivos), serán las contadas exclusividades las que dictarán quién será el ganador.
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