El valor de la vida de cada uno la determina cada uno. Nuestra existencia está caracterizada por cómo nos hemos comportado frente a nuestros semejantes, frente a los animales o a la naturaleza. Así mismo nuestro comportamiento viene dado por nuestro propio mundo de pensamientos, sentimientos o sensaciones. Todo eso en conjunto se convierte en la caracterización de nuestro cuerpo, es decir todo eso ha determinado poco a poco quienes somos. Eso es el hombre y correspondientemente también el alma.
La vida terrenal de una persona consta por tanto de sus grabaciones personales, es decir de lo que pensó y habló, de lo que piensa y habla, ya que todo queda registrado y eso tarde o temprano nos determina. Con el tiempo eso mismo forma la personalidad individual, que también se puede llamar ley personal, porque está ajustada y adecuada a la persona. Ése es entonces el valor personal del ser humano y es lo que determina su comportamiento. Esa es su trayectoria personal y a eso llama él su vida. El individuo hombre marca con sus grabaciones específicas, su trayectoria, que él hace en su cuerpo y en su alma. De ello se deriva lo que la persona tiene que aprender o sufrir en la Tierra y luego el alma en el más allá. Ésa es la ley de Acción y Reacción, llamada también ley de Siembra y cosecha, según la cual cada cual cosechará lo que él mismo ha sembrado, y eso lo llama el hombre «su vida».
Radio Santec
www.radio-santec.com