Útiles inútiles y costosos...la apretada de "nalga" para padres de familia en Colombia.

Útiles inútiles y costosos...la apretada de "nalga" para padres de familia en Colombia.
"Además de que los útiles son costosos, más costosos son los INÚTILES..."

Al comienzo de cada año, se volvió paisaje natural las filas y congestiones en las papelerías por cuenta de las listas escolares. Desde diciembre, aún sin nacer el niño Dios, empieza la temporada con las estanterías llenas de cuadernos, lápices, lapiceros, colores, reglas y más; tal parece que el mercado ya tiene identificadas las necesidades y conoce de memoria las altas exigencias de planteles educativos tanto privados como públicos, pues aquí, no se escapa ninguno.

A los altos costos de la canasta familiar cada año, derivados de las alzas sin misericordia que gobiernos populistas en sus campañas electorales prometen contener, se le suma la famosa lista de útiles; por lo que, de la prima de diciembre, se debe separar un rubro para poder cubrir este gasto ocasional, que bien caro si es.

Cuadernos para cada materia mínimo de cien hojas, paquetes de cartulina, paquetes de resmas tamaño carta, carpetas, colores (ojalá sean Norma), témperas, pinceles, plastilinas, pegante, diccionarios, Atlas de Colombia, Constitución Política, rollos de papel higiénico, block líneas, block cuadriculado, calculadoras, tabla periódica, y la lista sigue… ¡Pero claro! quienes más disfrutan el día de compras de estos aterradores listados son los niños y jóvenes, quienes en su inocencia y desconociendo la “apretada de nalga” que esto implica para sus padres, empiezan a seleccionar de las estanterías y depositar en las canastas cual millonario en centro comercial; por supuesto, el mercado está listo para captar la atención, no del padre de familia, sino del antojado del muchacho, ofreciéndoles cuadernos argollados con tapa dura y con las figuras de los superhéroes o reguetoneros de moda, morrales tipo viajeros con mil fondos, rodachines, resistentes, en todos los estilos y para todos los gustos, con precios que pueden rondar por los doscientos mil pesos ($200.000), sobre todo si son de marca y claro está, de Totto.

¡Qué nos pasó Dios mío! ¿Cuándo cambiamos lo simple en la educación con los cuadernos Norma antiguos, por los estilos, la moda, el lujo?

Este comercio rampante tiene de fondo un mensaje subliminal mucho mas profundo; si de los antivalores y superficialidad de la vida se trata, se coloca la moda por encima del conocimiento y la educación; es mas importante el estilo, los accesorios, que la praxis de la creatividad en el aprendizaje, pues si no se dispone de colores “Norma” o cartulinas de color, no se realiza de modo correcto la actividad, y peor aún, si no se tiene el morral de marca, no estás en el selecto club “fashion” del salón y por ende no estás “cool”. Todo este panorama es observado por muchos docentes y directivos, quienes conformes con el cumplimiento de los estudiantes, mejor dicho, de sus padres, se limitan a ejecutar el plan curricular sin tener presente que quizás unos cuantos estudiantes no han podido completar su kit y son objeto de lo que hoy elegantemente se conoce como bullying, lo que no es otra cosa que las burlas estúpidas con tono grotesco de los que están “in”. Al respecto de las prácticas de solicitar listas costosas, libros de editoriales particulares y más, convirtiendo la educación en literalmente una feria, la Resolución 20310 de 2022 del ministerio de educación establece algunas reglas al respecto: “Artículo 13. Materiales educativos. Los establecimientos educativos no pueden incurrir en prácticas restrictivas cuando realicen la solicitud de materiales educativos por lo que no pueden exigir proveedores ni marcas específicas, ni establecer mecanismos que de cualquier forma impidan la concurrencia de múltiples proveedores en la provisión de estos materiales.” (Ministerio de Educación Nacional, 2022).

Está claro que no hacen parte de las listas escolares, el papel higiénico, servilletas, resmas, artículos que se volvieron costumbre bajo el pretexto de material educativo, pero que al final solo es el rubro contable de gastos variables que han sido trasladados al bolsillo del padre de familia;  ¡increíble pero cierto! Es mucho el descaro de instituciones educativas que, sin pena, exigen estos elementos en sus listados de comienzos de año.

También hay que reconocer que para desarrollar las competencias en expresión cultural, buscar el desarrollo de la inteligencia emocional explorando la creatividad, se hacen necesarios materiales de apoyo; mas no por esto tienen que ser costosos, o de marcas específicas; el mundo que nos rodea, la economía circular, la reutilización de componentes, deben ser técnicas que también sean objeto de uso para llegar al mismo fin… formar individuos competentes capaces de desarrollar habilidades para la vida, respetuosos de los derechos humanos.

Y para finalizar, no nos podemos olvidar de los textos educativos. Es comercio, obligar el uso de libros específicos de editoriales o librerías en particular, bajo el pretexto de desarrollar con ellos las tan mencionadas competencias; el bolsillo del ciudadano de a pie no aguanta un costo más; y esto también afecta a las clases favorecidas, así no lo creamos. Es necesario que educadores e instituciones se pongan la mano en el corazón, y exista una verdadera solidaridad, extendida esta desde el valor promovido en el plantel educativo, hasta el apoyo decidido para que el padre de familia no sienta el apretón en su economía.

Es menester de docentes y maestros colocar a disposición material bibliográfico fácil de obtener, gracias al acceso al internet, sin incurrir en violación de derechos de autor y con posibilidad de descarga; es posible hacerlo, es posible entregarlo, es posible plantearlo… solo falta decisión política y un grado de empatía.

Referencias

Minist erio de Educación Nacional. (2022). 020310 oct 2022. https://www.mineducacion.gov.co/. https://www. 14 mineducacion.gov.co/1780/articles-412565_pdf.pdf

 

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