Estudié literatura. Soy investigador a mi autónomo modo. Escribo. Comento la política nacional e internacional. Me gusta la música venezonala. Estudio filosofía autodidactamente. Me gusta la fotografía. Y, ante todo, soy bolivariano, en tanto esta palabra denota y connota un espíritu e ideología de amor al país, a su origen e historia. Me preocupa la pérdida de valores humanos y patrios (transculturación) que poco a poco borra la monolítica conciencia de país que deberíamos tener: un país de libertadores, con una de las más altas autoestima del planeta. Beber en las fuentes de nuestro origen republicano asegura que combatamos el imperialismo cultural. Mi actividad miliciana conjura en algo estos fantasmas preocupantes que tengo sobre la soberanía, integridad y educación en mi país.
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