4 reglas para tener éxito en los negocios
El mundo empresarial se encuentra siempre en constante movimiento. Unos suben mientras otros bajan. A menudo escuchamos la historia de grandes empresas que, aparentemente y de un día para el otro, lograron llegar a la cima; pero no es todo tan sencillo. El éxito o fracaso de una empresa depende en gran medida de su capacidad para adaptarse a su entorno.
El especialista argentino en tecnología e industria Javier Ibañez sostiene que la clave está en innovar buscando nichos de valor para explotar. Esto no es tarea fácil para los empresarios y emprendedores ya que los obliga a replantearse su negocio desde los cimientos. Por eso hoy te invitamos a repasar 5 reglas básicas que, bien entendidas, pueden ayudarte a pensar ideas para garantizar éxito y maximizar las oportunidades de tu negocio:
1) Evaluar la cultura empresarial actual
Es un hecho comprobado que la pertenencia es el motor de todo trabajador. Poder generar en tus empleados el sentimiento de formar parte de la empresa es lo que garantizará su compromiso y sentido de la responsabilidad frente al trabajo. No importa el puesto que cada uno ocupe o su jerarquía, es la idea de totalidad la que da noción de ser un eslabón de la cadena tan necesario como cualquier otro.
Para lograrlo es importante definir un proyecto lo más completo y consistente posible, con una ideología empresarial y una visión que pueda, progresivamente, ser transmitida e incorporada por cada uno de los miembros. Una cultura sólida pero flexible resiste mejor y se adapta con más facilidad a los nuevos desafíos del entorno laboral. No hay límite a lo que podemos dar cuando verdaderamente nos sentimos parte.
2) Pensar en la rentabilidad
Para un óptimo crecimiento, es imprescindible que el producto o servicio ofrecido sea rentable. Esto implica que el producto ya esté instalado en el mercado y sea factible de sostenerse frente a la competencia. Maximizar la rentabilidad de nuestros productos y servicios puede hacerse si mantenemos una fuerte política de calidad e innovamos constantemente. Todo lo que podamos hacer para producir más y mejor en menos tiempo es un indicador de un producto o servicio más rentable y de mayor prestigio frente a sus competidores. La mejora continua no sólo debe ser parte de la política empresarial sino también del modelo financiero de la compañía.
3) Seguir el rastro del dinero
Si bien gran parte de las transacciones de negocios son de naturaleza financiera y especulativa, basándose en las inversiones a mediano y largo plazo, es fundamental contar con liquidez de dinero en efectivo disponible. Pagar sueldos, contratar personal temporario, solucionar problemas imprevistos, y adquirir materiales o asesoramiento son algunas de las situaciones que demandan dinero en el acto.
Llevar un registro profesional de la contabilidad de la empresa es la única manera de saber a ciencia cierta cuánto dinero tenemos, qué rentabilidad dan nuestros activos y en qué estamos gastando de más. Las cuentas claras conservan amistades y mantienen los negocios a flote por más tiempo.
4) Nunca dejar de buscar lo mejor
Siguiendo la línea de la innovación, los programas de mejora constante son buenos aliados para el crecimiento de un negocio. Es posible implementar mejoras casi de manera cotidiana si nos damos el tiempo de evaluar nuestros procesos y determinar qué ajustes debemos hacer para mantenerlos limpios y eficientes. La calidad es un hábito que se internaliza a fuerza de práctica y paciencia. Para esto, la observación y los mecanismos de alerta ante la posibilidad de crisis son fundamentales.
Un negocio que se mantiene un paso adelante de sus problemas es un negocio que produce tranquilo y sin mayores sobresaltos. La clave está en pensar hacia adelante y mejorar, mejorar y mejorar.
Puede que te interese:
Sé el primero en Comentar Tu email no será visible para nadie.