Ser abogado es quizá una de esas profesiones más buscadas y soñadas por muchos niños, casualmente, esa arrogancia y ese saberlo todo, combinado con un cierto hilo de esoterismo e incluso con chulería galopante, ejerce una atracción brutal a los jóvenes, que ven en este oficio, muy respetable por cierto, las cualidades que les gustaría tener en un futuro.
Por ello, no solo los hijos de abogados llegan a serlo, sino que muchos otros estratos sociales que hasta el momento ni imaginarse habían tenido como objetivo llegar a ser abogados lo esta consiguiendo, ese efecto en la diversitat cultural es algo muy positivo a tener en cuenta, y que mejora notablemente el futuro de muchos de estos abogados, que pueden defender de forma simple a sus comunidades, no siendo estás siempre las más opulentas ni las que tienen mejor defensa, pero si problemas más básicos y elementales.
Aún así, muchos se pueden encontrar con la llamada independencia judicial que afecta a todos por igual, y que sin duda es otro motivo a tener en cuenta para conseguir los efectos deseosos de los que estamos hablando, aquí se trata de ellos, pero de una forma en que deberíamos re-formular nuestras formas de ser y concebir el mundo, para ello, deberemos trabajar más y mejor.
