Existen varios reglamentos para el etiquetado del vino, dependiendo del tipo de vino y del país de procedencia, pero en general todos contienen la misma información. El nombre comercial es el que te ayuda a reconocer al vino, la denominación del origen te indica de dónde proviene y quién lo regula. Dentro de los datos numéricos viene la cantidad y el año de la cosecha. Y por último además del contenido alcohólico, la etiqueta debe indicar el productor o compañía embotelladora. Por ley, todas las etiquetas de vino deben indicar la denominación de venta del producto, el volumen nominal, el grado alcohólico y el número de lote. Además, también es obligatorio indicar la presencia de sulfitos y otros ingredientes. Estos datos que varían dependiendo del vino deben encontrarse en la misma área de la manera más legible. ¿A quién no le gusta el vino? Aunque sea una de las bebidas más populares y deliciosas, no a todo mundo le gusta el vino. Puede ser que el sabor o el aroma no terminen de convencer a alguien para que le guste, pero también es que el vino es una bebida complicada. No sólo por la cuestión del maridaje, sino que es difícil realmente ser un buen conocedor y bebedor de vinos. Esto puede ser algo más fácil si supieras y entendieras todo lo que viene en las etiquetas del vino.
Aprende a descifrar las etiquetas del vino
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