Si no estás acostumbrado a tomar tequila es muy probable que pienses que es una bebida fuerte que no se puede disfrutar. No obstante, puedes gozar de este destilado con unas sencillas recomendaciones que vienen enseguida para que tu primera prueba sea una experiencia que quieras volver a repetir.
Primero prueba el tequila blanco. Es la versión más joven de esta bebida, ya que no pasa por un proceso de fermentación en barricas como el tequila reposado o el añejo, así que su sabor es más suave.
Tómalo solo en una copa alargada. Existe la creencia de que se ingiere en caballitos con limón y sal, la realidad es que esta forma de beberlo evita que pruebes la totalidad de sus matices y consistencia, básicamente no se puede degustar en un recipiente pequeño ni añadiéndole elementos extras, debe disfrutarse solo en una copa Sherry preferentemente.
Combínalo con comidas. Puedes tomarlo en tres momentos cuando estés comiendo: antes de que te sirvan la entrada es recomendable un tequila blanco porque sirve como aperitivo; en el plato fuerte consume uno reposado ya que las especias y la carne combinan con él; finalmente, para el postre se recomienda un añejo con sabores dulces como el chocolate.
Bebe con moderación. Si te excedes en el consumo de este destilado y te provoca resaca, lo más probable es que no quieras volver a verlo y asocies el malestar con la bebida en sí. Recuerda que es un trago para saborearse tranquilamente.
Conoce diferentes marcas de tequila. En la variedad está el gusto, como cada una de las compañías tequileras tiene sus propios métodos de producción, hay diversos sabores que puedes probar hasta que encuentres tu favorito.
Tomar este destilado puede ser difícil para muchas personas, sin embargo, si logras degustarlo y distinguir los matices de su sabor, lo disfrutarás mucho y habrás aprendido a consumirlo gustosamente.
