Hoy leía una noticia que informaba que muchos jóvenes de nuestro país parados no tienen preparación ni los requisitos necesarios para entrar al mundo laboral y, tampoco, a la formación profesional.
Nada más cumplir los 16 años la mayoría de estos jóvenes abandonaron sus estudios de forma prematura. Veían en la construcción y otros sectores una buena oportunidad de empleo y futuro, una buena remuneración con la que podían vivir como ellos querían y abandonar, de una vez, los dichosos estudios que no les interesaban para nada. Las cosas varian y ahora la construcción es uno de los sectores más afectados por la crisis, y ha arrastrado al paro a miles de personas.
Sin la ESO estos alumnos no pueden inscribirse a cursos de formación profesional ni a otros niveles de formación que les permitirían una especialización mayor y las garantías de encontrar más ofertas laborales. No pueden estudiar una formación profesional, así como tampoco ir a la universidad, hacer un master o un master mba, tan demandados en los últimos tiempos. Además, tampoco pueden conseguir un trabajo de por vida apuntándose a cursos de oposiciones y siendo funcionario.
La economía de España actual está muy mal, pero si hay esperanzas de que mejore, es gracias a la creación de puestos de trabajo, y la mayor parte de estos trabajos se prevé que requieran algún tipo de titulación obligatoria.Por eso los chicos de 16 años que se plantean dejar sus estudios obligatorios deben pensar que las cosas pueden torcerse. Les animo a que estudien y se formen, ya que cuanta más formación, más posibilidades de éxito laboral.