Todos tenemos el potencial de percibir si las cosas que nos dicen los arcanos tienen que ver con nuestra personalidad y nuestra forma de entender las circunstancias que nos ha tocado vivir.
El tarot, de manera similar, posee la vibración de la verdad y con su energía nos ayuda a crecer y entendernos con nosotros mismos, poniendo a nuestra disposición los argumentos que aun siendo nuestros hasta ahora, nos resultaban ajenos. El tarot es cálido y acogedor, amable y sincero, un compañero infalible donde poder apoyarse en momentos de declive. Cuanto más intensa sea nuestra vida más intensa es la energía de las cartas y más fácil resulta percibir los mensajes que sabiamente nos envían los arcanos.
Las tiradas de cartas tienen como base la fuerza del Universo y por tanto están asociadas con las personas que acuden a ellas escaneando paso a paso la vida pasada, presente y por supuesto futura, porque el futuro es su espacio, su especialidad y su percepción. El Tarot no necesita atraer a la buena suerte ya que está instalado en ella, y como tal desea con su generosidad expandirla a todas las personas que se acercan a él a través de sus mágicas figuras.
Las cartas son inamovibles pero su significado está en constante movimiento con el único fin de ayudar a quienes de manera sincera llaman a su puerta, abriéndose esta de par en par. Atreverse a hacer una tirada de cartas es siempre una aventura que sin duda abrirá a la persona que lo permita un mundo nuevo lleno de posibilidades, para afrontar con valentía los retos que se le vayan presentando a lo largo y ancho de su vida.
Berta de la Torre
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