Aparte de la emoción de viajar, una de las grandes razones para estudiar en el extranjero, es que nos permite experimentar las costumbres, las comidas, el arte, y todo lo relacionado al lugar donde nos encontramos.
También, viajar a estudiar al extranjero, supondrá para el estudiante ganar un montón de confianza en sí mismo, que es lo que otorga el hecho de viajar, conocer, y relacionarse con gente nueva y culturas diferentes.
También el hecho de vivir lejos de la propia casa supondrá mucha confianza para el estudiante, ya que le dará la independencia necesaria para poder valerse de si mismo.
Así le pasó a María, quien nos cuneta su propia experiencia:
Decidí ir a estudiar a Buenos Aires, Argentina, una ciudad donde habitan 15 millones de habitantes, lo que supuso un cambio enorme, ya que en mi ciudad natal viven, ¡ solo 80.000 habitantes! María afirma que así pudo aprender a defenderse por sí sola, y a poder expresarse en un idioma distinto. Una gran manera de conseguir seguridad en ti mismo !
A todo esto, deberíamos añadirle todo lo que puede suponer saber un idioma más.
Más posibilidades de conocer gente, de obtener nuevos trabajos, y de entender nuevas culturas.
Podemos observar el testimonio de John, un chico de Gran Bretaña que decidió estudiar español en España:
"Después de estudiar español en el extranjero cuando finalicé la enseñanza secundaria, encontré en ese paso la transición de la secundaria a la universidad de manera mucho más fácil: tener que desplazarme más de 700 kilómetros no me fue duro después de haber vivido la experiencia de estudiar en el exterior con gente y costumbres que nunca en mi vida había visto."
Y lo más importante, ¡es muy divertido! Es casi imposible que experimentes un bajón como en el segundo año de bachillerato o te aburras en las clases cuando tomas esta clase de estudios!
