¡Nuncan Podrán!

¡Nuncan Podrán!

Esos ojos de aquella tarde

Que vi, cuando el Sol moría,

Ni mil súplicas de una Madre

¡Dejarlos de ver…hacían!

Dios Mío… ¡Que tendrían!

Que de ver, no dejaba,

Y los míos… ¿Qué le hacían?

¡Que ellos se turbaban!

Más al volver en Mí,

La tierra ya giraba,

Y esos ojos de Rubí

¡Para siempre se alejaban!

¿Recuerdas

Que te decía?,

Cuando falten en tu cima,

Truenos, rayos y luces

Que esa boca…no te brinda

¡Acuérdate de Mí!

Cuando miro

Tus limpios ojos,

Me recuerdas

El romántico perigeo,

Las frescas praderas

Y la inmensidad del Cielo,

Tu sensual cabellera

Tus agitados senos,

Las bellas quimeras

Y la pasión en amperios,

La noche, las posaderas

Y los coqueteos luceros…

Cuando sientas que otros ojos

Te ven ir por la avenida,

Cuando des esos enojos,

Que al espíritu…lastiman

¡Acuérdate de Mí!}

Antes, mi presencia te alegraba

Era el astro Sol

De tu invierno,

Vendaval,

Pasión,

Rayos y truenos,

Antes, mi amor

Eras plastilina en mis brazos,

Pira ardiente…en mi pecho,

Sensual Musa

De garbo y enhiesto.

Cuando veas que el Sol

Se acobarda y ya no ruge

Cuando veas que un amor

A tu lado ya no luce

¡Acuérdate de Mí!...

Miguel Palacios Celi

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