Estaba programado en SOP mi amigo Luchito S., pero tuvo problemas familiares y no llegó ese día a trabajar, tenía ya el permiso del jefe. Así que el jefe me dijo ¡Dr. Palacios vaya a SOP y reemplace al mencionado colega!, cuando llegué a SOP estaba todo listo, me vestí, lavé y entré al Quirófano, era relativamente nuevo, casi no me conocían, saludé, mi Asistente era una Obstetra, La Pediatra era la Dra. Solís –esposa del Director Médico-, me ubiqué en mi sitio, el Anestesiólogo Ángel le puso la Raquídea y me autorizó… ¡Empiece doctor!.. empecé con toda la velocidad que mi entrenamiento me había dado y efectivamente encontré unos pies pequeñitos, los estiré, deslice el cuerpecito hacia afuera y con las maniobras respectivas rotaba y sacaba sus hombros y finalmente salió la cabecita en una sincronización perfecta…¡Como de Libro!.. creo que nunca me había salido algo tan perfecto, pero tan perfecto que parecía una obra de arte, el niño se agitaba gritando en mis manos y se lo entregué a la enfermera que siempre acompaña al pediatra, quien con mocionada por la perfección empezó a APLAUDIR EN PLENA SALA DE OPERACIONES con tal emoción que al resto no le quedó mas remedio que imitarla… ¡Fue la primera vez que me aplaudieron tras un nacimiento!, yo conmovido por un gesto inusual y sorpresivo agradecí uniendo mis manos y continué con la cesárea. El resto de operaciones que realicé ese día las hice imbuido de una emoción inolvidable.
Pediatra aplaude tras un pélvico por Cesárea
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