Christine Ortiz, investigadora del instituto de Tecnología de Massachussets asegura que la caparazón del Crysomallon squamiferum, un carácol del Oceáno Índico podría ayudar a desarrollar nuevos materiales de blindaje para el ejército, mejor calidad de cascos para deportistas, armaduras de coches y moticicletas más resistentes, y tuberías que aguanten la abrasión y la penetración de las rocas, entre otras posibles utilidades.
El estudio ha sido publicado esta semana en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences".
Estos moluscos han evolucionado a traves de millones de años para lograr protegerse de las amenazas de su entorno puesto que, viven en aguas ácidas, con altas temperaturas e importantes contrastes de frío y calor de las mismas.
Sus capas, tres en total, están compuesta por partículas de sulfuro de hierro en su parte externa, de material orgánico en el medio y por una capa calcificada en su interior. Esta suma de características los hacen muy diferentes de otros moluscos gasterópodos.
Esta armadura los protege de los depredadores y del medio ambiente y le permite llevar a cabo sus actividades cotidianas como alimentarse moverse y reproducirse con facilidad por lo que se deduce que debe ser cómoda.
Como siempre la naturaleza consigue proezas que nos dejan maravillados.