Venezuela y Cuba un solo sistema el de los dictadores

Venezuela y Cuba un solo sistema el de los dictadores

Acabo de leer un artículo que trata sobre la creación por parte del gobierno de Venezuela de un sistema de seguridad en imagen y semejanza al cubano. Me persigno y rezo por nuestros hermanos. Lo que puede haber nacido como un cambio necesario en Venezuela, luego de muchos gobiernos corruptos ya hace tiempo ha dejado de ser un proyecto viable y beneficioso para el pueblo. Para los más optimistas, no se dejen engañar, miren a Cuba y verán su futuro. Sin dudas, este modelo en un principio genera cierto bienestar a las clases más pobres en temas tan sensibles y necesarios como la educación y la salud. Pero como en la vida todo tiene su precio luego hay que pagar. Es muy importante que todos tengamos acceso a estos servicios lo que no es lógico ni deseado es renunciar a tu libertad por ello.

Vamos a tratar de desgranar estas afirmaciones para entender en la medida de lo posible la opinión de alguien que ha crecido y se ha formado en el seno de la sociedad cubana. Eso si sin fanatismos ni extremismos. Si nos ubicamos en el contexto histórico en el cual los hermanos Castro llegaron al poder podremos entender con facilidad que el pueblo cubano fuera tan receptivo ante las medidas que se fueron aplicando. Luego de una dictadura sangrienta y corrupta como la de Fulgencio Batista donde los abusos y la ignorancia eran instrumentos de poder, el discurso populista de Fidel no podía significar otra cosa que un alivio para pueblo un pueblo hastiado de tanta injusticia. Pero detrás del telón de la reforma agraria, la campaña de alfabetización, la ley de reforma urbana y otras muchas medidas sin duda atrevidas y revolucionarias para la época también se hicieron muchas arbitrariedades. Mientras las grandes personalidades como Fidel, El Che, Camilo y algún que otro comandante animaban al pueblo al cambio y se paseaban por el mundo inspirando a la izquierda y a los progresistas, estaba ocurriendo un verdadero saqueo. Las residencias, coches y riquezas dejadas por gran parte de la burguesía era usurpada por integrantes del ejercito rebelde. Que paradoja todo aquello que habían criticado formaba parte ahora de su patrimonio. El oportunismo se puso al orden del día y todo aquel que se jugó su vida en el campo de batalla tenía derecho a ciertas prebendas. Todo lo que les entorpecía era eliminado de raíz con el pretexto de que la clase obrera y el campesinado habían tomado el poder y todo lo que oliera a burguesía debía ser eliminado de la sociedad cubana. Esto les sirvió para eliminar a toda tendencia alternativa o voz crítica. Eran perseguidos, vigilados o linchados no sin cierta complicidad de las masas, las cuales fueron poco a poco adoctrinadas.

Todo transcurrió de manera tal que el pueblo hizo suyo cada plan, compromiso u ocurrencia del gobierno. Así se asumió como lógico la creación de organizaciones de masas en todos los ámbitos de la sociedad que han servido para controlar las mentes más inquietas y beligerantes. Comenzando por los jóvenes, obreros, campesinos, mujeres, niños, hasta las calles fueron tomadas por el gobierno. Fueron mucho más listos de lo que imaginaron sus enemigos que no hacían más que dar los necesarios motivos para afianzar su poder. La estrategia fue sencilla, no se podía quedar una sola de las acciones del enemigo sin una enérgica y en ocasiones desproporcionada respuesta. Crear una paranoia generalizada fue sin dudas la clave para formar, a mi juicio, uno de los sistemas de control del ciudadano más eficiente de la historia. No se sabía ni se sabe en quien puedes confiar para dar una sencilla opinión o una disconformidad. Cualquier cosa podía interpretarse como una apología al enemigo, desde oír a los Beatles hasta llevar el pelo largo. Pero hay varias técnicas de mantener al pueblo entretenido, una de ellas es infundirle odio y alimentarlo. La llamada guerra de todo el pueblo no es más que parte del guión, alimentado a la vez por el carácter belicoso e intervencionista de nuestros vecinos. Otro sistema no menos eficiente es infundir miedo a perder las llamadas conquistas de la revolución, en ocasiones comparando “ lo bien que estamos” si nos comparamos con el resto de los países latino americanos corroídos por el estigma de la corrupción de políticos y funcionarios que roban y saquean cuanto pueden mientras se pueden mantener en sus cumbres. Claro está, la historia la hacen siempre los vencedores, incluyendo las que oímos a diario en la prensa. Por supuesto que vista con el lente de los que manejan los hilos desde sus centros de poder. Tal vez, los Norte americanos no han sabido valorar en su justa medida el peligro real que ha representado el gobierno cubano. Hace ya más de una década se han propagado por Latino América los gobiernos populistas como el de Hugo Chávez, Daniel Ortega, Correa y Evo Morales. Todos estos apadrinados y adoctrinados por Fidel. Los más desposeídos, ven sus programas políticos como una alternativa y los hacen suyos. La realidad va demostrando al menos con Hugo Chávez la tendencia de estos señores a pretender perpetuarse en el poder. El precio del petróleo, cada día más elevado, hace que la influencia de Chávez aumente sobre el resto de los gobiernos de América Latina comprando voluntades de muchos países pobres incapaces de sostenerse en las circunstancias económicas actuales. Los políticos como hábiles equilibristas se balancean sobre la cuerda tendida entre Washington y Caracas.

La retórica constante de Chávez con un lenguaje agresivo y las constantes ofensas en contra del Gobierno de los Estados Unidos o cualquiera que cuestione sus decisiones tanto dentro como fuera de Venezuela es una de las lecciones bien aprendidas en la Habana. Esta es una herramienta muy útil para crear tensiones y justificar decisiones que en condiciones normales serían ilógicas. La creación de organizaciones de masas que se mantengan pendientes de posibles enemigos internos y externos, que propaguen opiniones, estados de ánimo y que se puedan movilizar para oponerse a los opositores o asistir a discursos, inauguraciones, marchas de reafirmación revolucionaria, etc. Por otra parte la compra de armas, el envío de soldados a formarse en Cuba o cualquier otro país aliado, el lanzamiento de un satélite para realizar tareas aparentemente civiles, la adopción del sistema inteligencia cubano. Por otra parte el contexto político de la vecina Colombia con su doble conflicto, primero con las FARC, grupos paramilitares y luego la producción droga, mantiene en constante tensión la zona. Por otra parte el apoyo militar de los Estados Unidos alimenta la teoría de la posible invasión. Todas estas circunstancias le vienen a Chávez como anillo al dedo para perpetuarse en el poder, al punto de pretender cambiar a su conveniencia la constitución que el mismo promovió a su llegada al poder. Para ponerle el broche de oro al panorama político en Venezuela la oposición se encuentra dividida y desmoralizada.

No es fácil comprender como hay carencias en un país como Venezuela, premiado por el destino con un recurso tan valioso como el petróleo que se está cotizando a precios astronómicos. Pero esta es parte de la esencia del modelo económico que promueve Chávez. Las carencias también son un mecanismo de dominación, si no que les pregunten a los cubanos que tienen que abrirse las molleras todos los días pensando que pondrán en la mesa. Hemos tenido que estar casi 50 años con una economía de posguerra, dependiendo de una cartilla de racionamiento. No pasará mucho tiempo en que también esto será parte del día a día en Venezuela. Pocos, muy pocos dirigentes y sus familiares viviendo como señores y el resto del pueblo tratando de sobrevivir robándole a las ineficientes empresas estatales. Espero que los venezolanos sean más sabios que los cubanos y sepan frenar a tiempo con un voto de castigo a este dictador.

El marciano libre.

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