Y sin embargo se mueve

Y sin embargo se mueve

En el país de la Ideas (1)

El viernes 20 de mayo se cumplió exactamente una semana de un acontecimiento que sólo se puede dar en nuestro país (de las Ideas).

Y, como si fuera cuento, les contaré la historia del director nacional de una comunidad que reúne a un conglomerado de 140 publicaciones, el cual fue “renunciado” de su cargo.

El problema del meollo del asunto estriba en que siendo director nacional de publicaciones, no puede quedarse sin publicación.

En otras palabras…El líder de los comerciantes ¡¡¡ tiene que tener un comercio !!! (perdón por el símil tan barbaján, pero que ilustra a la perfección el asunto clave del meollo del problema).

Al igual que cuando los militares realizan un golpe de estado lo primero que cortan son la comunicaciones, la luz y el agua, estos servicios elementales para el funcionamiento de una publicación, fueron suprimidos. Un centro de comunicación que no se puede comunicar, no se puede llamar tal.

Sin luz no funciona ni siquiera una casa, mucho menos un centro laboral (y tan urgido que el mundo se encuentra de este mal primordial que se llama trabajo)

Sin agua en los tiempos de estío, éstos se convierten en el “Amor en tiempos de cólera”, como el título de la añeja película.

Y la esperanza de los que esperan poder ganarse dignamente el sustento para sus familias, se convierte en una espera que desespera ante una esperanza que poco a poco se convierte en humo, y un ideal alimentado pacientemente por 33 años languidece y es lanzado al rincón del baúl más alejado de la mente de aquellos que acariciaron un sueño, que lo vieron crecer, caer y levantarse.

Pero que, a pesar de los pesares, como dijo en su tiempo Galileo Galilei: “¿¡Y sin embargo, se mueve!”.

Claro es un acontecimiento que sólo se puede dar en nuestro país (de las Ideas).

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