El vino es una bebida compleja que se puede experimentar tanto por medio del gusto, como también a través de la vista. Previo a que una gota de vino toque el paladar, se puede decir mucho acerca del vino contenido, con solamente observarlo a través de la copa. Mientras que las sombras del color varían considerablemente de vino a vino, su color puede proveer información tanto de su calidad como de su madurez. La manera en la que el vino se mueve dentro de la copa, revelará su consistencia y ofrecerá también algunas claves acerca del azúcar y el alcohol que contiene. Si el vino se mueve rápidamente, el vino tiene un estilo más claro y probablemente tenga un contenido menor de alcohol, mientras que si se mueve de manera lenta, el vino tendrá una consistencia más pesada y es probable que tenga mayor contenido de azúcar o alcohol. Para apreciar de una mejor manera el color del vino, se recomienda situar la copa con el vino, frente a un fondo color blanco; su color finalmente será determinado por la variedad de uva con la que se creó, su edad y su origen; mientras que el vino blanco se oscurece con el paso de los años, el vino tinto se aclara. Te invito pues a que disfrutes de la delicia del vino desde la observación y puedas descubrir cada vez más las muchas maravillas que esta bebida nos ofrece.
A. Verástegui
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