Los 4 pasos para la administración del tiempo eficaz
La planificación es la base de la administración del tiempo más efectiva. Planificar es fundamental y necesario para poder avanzar en un proyecto y alcanzar un final exitoso.
En este artículo, te enseñaré 4 pasos simples para que pongas en práctica hoy mismo, y puedas mejorar tu administración del tiempo.
El plan de acción para la administración del tiempo
¿Has jugado alguna vez al ta-te-ti o cualquier otro juego de ingenio? Para ganar, hay que lograr un objetivo: por ejemplo, poner tres círculos o tres cruces en línea. Y si realmente quieres ganar, no importa cuán simple parezca alcanzar esta meta, si planificas una estrategia, siempre tendrás más posibilidades de ser el vencedor.
Es decir, tienes que planificar la serie de pasos o actividades que te llevarán a lograr tu objetivo. Y cuando hablamos de objetivos en la vida real, esta planificación será tu plan de acción y es crucial para tu administración del tiempo.
El plan de acción es el motor, el impulso que convierte tus intenciones en acciones concretas, medibles y útiles.
Los pasos para planificar tu administración del tiempo
Si no tienes mucha experiencia planificando, la idea es comenzar armando planes de acción para actividades sencillas. Con estas técnicas, pronto podrás ir avanzando y concentrarte en proyectos más complejos. Comienza poco a poco, y aún así notarás un increíble cambio en tu administración del tiempo.
1) Objetivo: ¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Cuándo deberías alcanzar ese objetivo? Define claramente tu meta, sé específico y realista.
2) Plan de acción: ¿Cuáles son, a grandes rasgos, las tareas más importantes que te llevarán a ese objetivo? Haz una lista de todas las actividades que debes realizar. Junto a cada tarea escribe qué recursos necesitarás para hacerla, y cuánto tiempo te llevará finalizarla.
Recuerda una regla de oro: “Divide y vencerás”. Cuando un proyecto es más complejo, debes dividir las actividades en tareas más simples, como si fueras abriendo la tarea en varias tareas más sencillas, más cortas, más precisas.
De esta forma, partirás de una tarea principal o “raíz” e irás abriendo las ramas de tu plan de acción desde lo más general a lo más puntual.
3) Prioridades: Asigna a cada tarea un orden y una prioridad, según la importancia que tengan para llegar a tu objetivo final. Seguramente habrá tareas que debes realizar antes que otras, también encontrarás actividades que pueden realizarse en paralelo, y muchas otras que puedes delegar a otras personas y aprovechar más tu manejo del tiempo.
4) Control: Para que el plan de acción sirva, tienes que poder medir su avance. Por eso, controla el progreso de cada tarea, y que todos los pasos se estén completando según el ritmo previsto.
Esta es la forma de programar tus actividades para alcanzar cualquier objetivo que tengas, simple o complejo. Y es la clave de la administración del tiempo, pues no es lo mismo tratar de llegar a un lugar desconocido sin un mapa, vagando y probando suerte por distintos caminos que partir con un rumbo previamente fijado y tomar las rutas que te conducirán directamente allí.
Planifica y cuéntame tus resultados en la administración del tiempo.






































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