Bueno, si ya hemos llegado tarde a tus vacaciones de este año, toma nota para las próximas citas estivales. El sol no es nuestro enemigo, nos aporta salud y un color más atractivo, siempre que compensemos sus efectos nocivos. Por eso, estos son los imprescindibles:
1. Limpieza a diario con productos suaves, no ácidos, con poco perfume, pero que eliminen grasa y suciedad. Nada de compartir toallas y secar totalmente, sin frotar e irritar.
2. Hidratación para reponer la humedad que se pierde. Busca cremas con efecto humectante y con propiedades emolientes.
3. Elige bien la ropa que pones en contacto con la piel, incluidos los pies. Debes evitar materiales que te hagan sudar, por su propensión a que aparezcan hongos, y que puedan rozarte o hacer heridas.
4. Evita las infecciones, por pequeñas que sean. A la menor raspadura, lava inmediatamente. Y, nada de tocarse las ampollas y granos.
5. Con el calor, nuestro organismo nos avisa, si sabemos escucharle, sobre qué tipo de alimentación necesita. Apetecibles frutas y ensaladas frescas, plagadas de antioxidantes, frente a las carnes rojas. Y, por supuesto, beber agua, toda la que apetezca.
6. Dormir todo lo que se pueda tiene un efecto regenerador directo en nuestra piel.
7. Eliminar lo antes posible el cloro de las piscinas. Una ducha con un gel de pH neutro y después una buena hidratación.
8. Tomar el sol con mucha moderación, nunca en las horas centrales.
9. Siempre usar un protector solar adecuado a nuestra piel, con generosidad.
10. Para recuperar nuestra dermis, nada mejor que los productos que contengan antioxidantes, como las vitaminas A, C y E.
