El Agua es uno de los elementos más abundantes en nuestro planeta y también en nuestro cuerpo. Nuestro organismo cuenta con un porcentaje muy alto de esta molécula y además cumple con una cantidad innumerable de funciones imprescindibles para nuestra supervivencia.Entre ellas una de las más importantes es la de la regulación de la temperatura corporal. Sentimos calor cuando nuestra temperatura interna aumenta. Este fenómeno se produce principalmente por dos razones:
- Porque estamos bajo una situación en la que hacemos ejercicio
- Porque estamos en un ambiente caluroso
Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo necesita movilizar músculos y órganos con más frecuencia que la habitual. En esta situación el cuerpo moviliza sus reservas energéticas para poder cumplir con los requisitos.
En el proceso de generación de más energía se liberan grandes cantidades de energía calorífica, que además de proporcionarnos la capacidad para hacer el ejercicio, también incrementa la temperatura de nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo necesita expulsar esta temperatura adicional con el fin de mantener la tempertaura habitual de 36 o 37º centígrados. Para realizar este proceso de reequilibrio, nuestra fisiología utiliza el agua.
El agua se evapora y con ella se lleva gran cantidad del calor excedente.A través de los poros de nuestra piel se produce el proceso de transpiración: el sudor. El vapor de agua, caliente, cuando entra en contacto con la atmósfera, se condensa y vuelve a su estado líquido habitual.Con este proceso el cuerpo expulsa, cuando lo necesita todo el calor excedentario.
Esta es la razón por la cual debemos estar siempre hidratados. Ya sea en casa o en la oficina.Cumplir con los requisitos de agua en nuestro cuerpo nos prepara ante una situación de exceso de calor, en el que necesitaremos expulsar la temperatura que sobrepasa la normalidad.
