Las almorranas son un problema muy común, sobre todo entre el grupo de población cuya edad supera los 50 años, y se estima que el 60% de la población, padecerá uno u otro grado de almorranas a lo largo de su vida, y se calcula que entre el 5% y el 7% de la población convive con este problema constantemente.
Por lo tanto y teniendo en cuenta que es bastante probable acabar teniendo hemorroides en algún momento de nuestra vida, estas deben de ser tratadas como un problema mas y no deberían de continuar siendo estigmatizadas y/o ridiculizadas.
Las almorranas son el nombre que comúnmente es utilizado para las hemorroides.
Las almorranas o hemorroides no son otra cosa que la dilatación y la inflamación de las vénulas (venas de menor tamaño) que forman parte del tejido superficial del ano.
Estas vénulas son parte normal de la estructura anal y solo pasan a ser consideradas hemorroides cuando su inflamación y dilatación es considerable o estas presentan algún tipo de sintomatología (dolor, sangrado, picazón, etc.).
Por lo tanto solo hay que hablar de almorranas o hemorroides cuando las venas de estas estructuras presentan una sintomatología de inflamación y dilatación, ya que como hemos indicado su presencia es natural desde nuestro nacimiento.
Algunas profesiones tienen un mayor riesgo y son más propensas a sufrir almorranas que otras, entre estas profesiones están todas las que necesitan pasar mucho tiempo sentados o de pie como por ejemplo:
El personal de oficina, las cajeras de supermercado, los taxistas, camioneros, vigilantes de seguridad, conserjes, etc.
Otras causas de las hemorroides pueden ser una alimentación incorrecta, el estreñimiento o diarrea reiterada, así como el mismo envejecimiento sin más.
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