Años atrás, la gente que iba a la facultad estudiabancarrerasque prometían tener el futuro asegurado, es decir, que que contaban con ofertas laborales. Es más, se pensaba que cursar determinadas carrerasconsolidaba un ingreso mensual y la supervivencia económica de la familia de por vida.
A pesar de eso, a partir de cierto momento lasituación económica mejoró, la clase media empezó a formarse en la facultad y los programas formativos de las universidades se multiplicaron como la espuma.. Esto llevó a la aparición de lamultiplicidad y la ganancia, pero por otro ladoincitó a muchos jóvenes a formarse en una carrera que actualmente no puede encaberse en el mundo laboral, o cuya repercusión es bastante escasa.
Hoy en día, y en especial con la situación de crisis, el mensaje positivo que nos animaba a estudiar lo que nos gustaba, ha cambiado a “estudia algo que te dé de comer”. Por este motivo, muchas personas se han decididoaestudiar masters MBA.
Actualmentemuchas compañías están con graves dificultades económicas, las ofertas de empleo son escasas y más bien de baja calidad, motivo por el cual tantoel Gobierno como la sociedad en general están optando por el autoempleo. Fundar una nueva compañía es, como mínimo, una forma de sobrevivir economicamente.
Si además de un master MBA tenemos un poco de imaginación y tenemos ganas de superación podemos llegar a crear un negocio con posibilidades de futuro. Tampoco hay que ignorarlas ayudas para PYMES que hoy en díaofrecen las comunidades autónomas. El requisito indispensable es presentar unainiciativa de empresa fuerte, emprendedora y una mínima base económica.
Desde luegono es nada fácil y no toda la gente cuenta con los recursos necesarios (especialmente quien tiene parientes a su cargo). Sin embargo sí que puede ser una buena alternativa para chicos con licenciaturas que aún no no tienen gastos importantes ni miedo a fracasar.