La capa exterior del planeta Tierra puede divididirse en diferentes compartimentos: la hidrosfera (o esfera de agua), la litosfera (o ámbito de los suelos y rocas), y la atmósfera (o la esfera de aire). La biosfera es la materia viva del planeta. Alcanza así en los otros tres ámbitos, aunque no hay habitantes permanentes de la atmósfera. En relación con el volumen de la Tierra, la biosfera es sólo la capa superficial muy delgada que se extiende 11.000 metros bajo el nivel del mar a 15.000 metros por encima.
Se piensa habitualmente que la vida por primera vez se desarrolló en la hidrosfera, a profundidades someras, en la zona fótica. (Sin embargo, actualmente se estima que la vida se originó alrededor de fuentes hidrotermales en la profundidad de océano). Luego, en el tiempo, aparecieron los organismos multicelulares y colonizaron las zonas bentónicas. Organismos fotosintéticos emitieron, mediante reacciones químicas, los gases hasta llegar a las actuales concentraciones, especialmente la abundancia de oxígeno, que caracterizan a nuestro planeta. La vida terrestre se desarrolló luego, protegida de los rayos UV por la capa de ozono. La diversificación de las especies terrestres se piensa que fue incrementada por la deriva de los continentes por aparte o, al menos, alternativamente, chocar. La biodiversidad se expresa a nivel ecológico (ecosistema), a nivel de población (diversidad intraespecífica), en las especies (diversidad específica), y a nivel genético.
La biosfera posee grandes cantidades de elementos tales como carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno. Otros elementos, tales como el fósforo, calcio y potasio, también son esenciales para la vida, aún se encuentran presentes en cantidades más pequeñas. En el ecosistema y los niveles de la biosfera, es un permanente reciclaje de todos estos elementos, que se alternan entre los estados minerales y orgánicos. Si desea conocer más información sobre descargas parciales
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