Cada día aumenta el número de personas depresivas a nivel mundial

Cada día aumenta el número de personas depresivas a nivel mundial

El aislamiento, el encierro cotidiano, voluntario o involuntario, provoca estrés, tristeza, melancolía, angustia, desánimo, desgano, inactividad física, baja autoestima, indiferencia, incomunicación con el mundo exterior y sus habitantes en su entorno, deseos de suicidarse, etc. Todos estos sentimientos se pueden sintetizar en una sola palabra: Depresión.

Se puede calificar a la Depresión como una enfermedad, cuya duración es variable, desde unos cuantos minutos, hasta meses, o convertirse en una enfermedad crónica o habitual en el ser humano, principalmente en personas mayores de 50 años de edad, aunque también la sufren individuos de 10 años en adelante. Es muy raro que niños o niñas menores de 10 años sean atrapados por la Depresión, aunque no quedan exentos.

Existen muchos y variados factores que provocan en el ser humano esta enfermedad: la situación económica muy baja de la familia o del mismo individuo, las constantes riñas intrafamiliares, el acoso sexual, la inseguridad comunitaria, asaltos, violaciones, secuestros, el fallecimiento de algún miembro de la familia, el sufrir otro tipo de enfermedad, como diabetes, cáncer, sífilis, gonorrea, SIDA, etc., sólo por mencionar algunos.

El hecho de no participar en forma activa en las reuniones familiares, prefiriendo quedarse en casa, escuchando música o viendo la televisión, o de plano ausentándose de los eventos sociales que la familia o amistades organizan para distraerse, para convivir entre ellos, son síntomas inequívocos de que ha dado comienzo la enfermedad llamada Depresión.

Se va a cumplir con el trabajo cotidiano por la necesidad imperiosa de los ingresos económicos para subsistir y colaborar con la familia, sin embargo, el mismo no se realiza con entusiasmo, con dedicación y esmero, con eficiencia, simplemente se cumple como una obligación, precisamente por estar enfermo(a) depresivo(a).

Si prefiere aislarse en casa, a escuchar música, a tomarse unos tragos de bebidas alcohólicas, en lugar de ir a disfrutar de la música con sus amistades o familiares, bailar, socializar, también denota la depresión. Las bebidas alcohólicas aumentan la depresión, aun cuando se crea lo contrario, ya que existen momentos en que se desaparece aparentemente la depresión y aflora la alegría temporal, pero después que desaparece el efecto abriagante de dichas bebidas alcohólicas, vuelve la cruda moral, la depresión en general.

Después de cierto tiempo, meses quizás, de sufrir dicha Depresión, el ser humano se convierte en una especie de robot, camina como zombie, sin el menor deseo de socializar con nadie, sale de casa sólo para abastecerse de lo indispensable para sobrevvir, regresando de inmediato a su aislamiento voluntario. No disfruta las comidas, vive sólo por vivir, se alimenta sólo por alimentarse.

Para salir de la depresión o aliviarse de la misma, muchas personas utilizan medicamentos antidepresivos, convirtiéndose en adictos a ciertas drogas, otras salen de este estado depresivo con el sólo poder mental o autocontrol emocional, lo cual es más recomendable, pues la persona en todo momento procura aumentar su autoestima impidiendo ser atrapado(a) de nueva cuenta por dicha enfermedad, agregan a esto ejercicios físicos, bailes, reuniones, trato social, practicando su deporte favorito, etc.

Por lo tanto, la convivencia social, el trabajo, el ejercicio físico diario, el descanso moderado de máximo 8 horas diarias incluído el sueño, son factores indispensables para evitar la entrada de la Depresión.

Para impedir o salir de dicha enfermedad, que dicho sea de paso, la sufren millones de seres humanos en todo el mundo, es recomendable, entonces, para levantar la autoestima, lo siguiente:

1. Mantener comunicación constante y en todo momento con los familiares y amigos, ya sea de forma personal, por teléfono, radio, internet, correo tradicional, etc.

2. Realizar actividades físicas diarias, al menos una hora al día.

3. Mantener la mente ocupada de cualquier forma: escribiendo, trabajando, leyendo, etc.

4. Evitar el uso de antisepresivos o cualquier otro tipo de droga. Recordando que en cuerpo sano: mente sana.

De la muerte nadie se puede escapar, pero sólo Dios sabe o decide el momento adecuado para cada uno de sus hijos, o la Madre Naturaleza se encarga de dicha decisión.

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