Basta con pararse en una intersección vial principal, sobre todo en una hora pico y detenerse a escuchar el ruido que hacen los neumáticos de las decenas de vehículos que transitan por el lugar, esto con el fin de comprender uno de los principales problemas de contaminación sónica de las ciudades. El sonido producido cuando los neumáticos rozan el asfalto junto con otros sonidos como el de cornetas y motores se unen para crear una estruendosa contaminación sónica que altera a los habitantes del cualquier ciudad del mundo. Numerosos estudios demuestran que la contaminación sónica perturban el sueño de muchos habitantes de las ciudades.
Pero el reciclaje de neumáticos fuera de uso está ayudando a cambiar el panorama al brindar una nueva e innovadora materia prima a las mezclas de preparación de asfalto, lo que ha permitido construir un nuevo tipo de carreteras altamente silenciosas que además tiene la maravillosa propiedad de brindar una mayor amortiguación por sus componentes de goma. En países como Bolivia ya es ley que la mezcla de preparación de asfalto lleve consigo un 10% de granulado de goma proveniente del reciclaje de neumáticos fuera de uso. Este nuevo tipo de asfalto cuenta con otras muchas cualidades como mayor resistencia al deslizamiento, al envejecimiento, al agua y las fisuras.
El asfalto de las carreteras hechas a partir del reciclaje de neumáticos fuera de uso llego para quedarse y poco a poco a medida que se vaya implementado en las carreteras del mundo iremos disfrutando de ciudades más silenciosas y con menos baches.
