Castillos en el aire

Castillos en el aire

Cinthia es la organizadora de todas las bodas en la playa y cada evento ella sale con un enamorado diferente. Entre boda y boda entrega su corazón al primero que le hace ojitos y la invita a bailar. Cada que tiene que organizar la siguiente boda se promete a sí misma no volver a caer en las garras de ningún galán, pero es imposible, otro hombre con peinado sin gel, con guayabera blanca, con sandalia café le sonría y ella cae redondita.

Ha pensado seriamente en cambiar su trabajo de organizadora de bodas en la playa por otro distinto, tal vez en una oficina o en un buffet de contadores, pero teme que inconcientemente encontrará otro patrón de características masculinas para seguir enamorándose de uno diferente cada semana.

Esta tarde es la unión de Gabriela Santamirano  y de Javier Armendáriz frene a la puesta de sol, toda la organización está perfecta, Cinthia observa que todos los detalles están en su lugar, que los meseros atienden de maravilla a los invitados, que la música es la adecuada para enaltecer el momento en que Gabriela y Javier se besan por primera vez como esposos. En cuanto anochece cientos de foquitos cual estrellas iluminan el evento, la música suelta un merengue guapachoso que invita a bailar. Cinthia está satisfecha con toda su decoración, los centros de mesa acuáticos se ven elegantes y originales y las velas, ¡hay que encender las velas! En eso estaba cuando un hombre de blanca guayabera y cabello sin gel se le acerca para pedirle una pieza de baile. Cinthia ordena a uno de los meseros a que encienda las velas con un ademán y se deja caer entre los brazos de ese nuevo amor. Mientras bailan Cinthia construye enormes castillos en el aire llenos de hijos, esperando que este sí sea el indicado.

Lorena Somocurcio

Limbo Dance

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Dancefloor love

La resaca

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