Loreta, escritor de articulo.org

Al verse las caras rojas y los ojos lagrimosos, más y más caían en el la epidemia de una felicidad sin motivo.

La mayoría del tiempo me topo con gente repetitiva, unos son copia de otros, pero yo trato de no ser como ellos, aunque no puedo negar que de vez en cuando me dejo arrastrar.

La música en las venas, se arrastraban, se apretujaban.

Eran rojos y ahora parecen rosas. Debo comprarme otros zapatos, lo sé.

Limbo Dance

Me senté en el lugar que me asignaron junto con otros nueve y frente a mí una mesa puesta con todo el lujo.

Las últimas palabras de Sofía le daban vueltas en su cabeza, Alberto llevaba largas horas manejando, la carretera que atravesaba el desierto simulaba repetirse continuamente.

A donde quiera que yo voy me sigue, no creo que sea casualidad, más bien me hace pensar que una fuerza sobrenatural se ha empecinado en acosarme, qué digo acosarme, en tor-tu-rar-me con la voz de Fher de Maná

Desquiciada ajá, ajá, ajá

Una mujer descarada antes de casarse