Uno de las primeras preguntas que nos hacemos los practicantes al pádel, es como elegir nuestra pala de pádel. Muchas veces, tendemos a pensar que la calidad va relacionada con el precio, pero en el caso de las palas de pádel, no siempre la más cara es la mejor. Al menos para nuestro nivel de juego o nuestra condición física.
Para escoger correctamente una pala de pádel que se ajuste a nuestro nivel de juego y condición física, tendremos en cuenta tres cosas. La forma, el peso y la dureza de la superficie de golpeo de la pala.
La forma puede ser de diamante, redonda o de lágrima. Dependiendo de nuestra forma de golpear la bola, nos puede convenir una pala de una forma o de otra. La diferencia está en el punto dulce de la pala. El peso de la pala está desplazado hacia la cabeza de la pala y tiene también el punto dulce en la zona media alta. Las palas con forma redonda, tienen una zona dulce más amplia y centrada. A su vez el peso de la pala está más equilibrado. En cambio las pala con forma de lágrima, su peso está desplazado hacia el puño de la pala.
A la hora de escoger el peso de la pala, deberás tener en cuenta tu condición física. Una pala demasiado ligera, te dará más agilidad y maniobrabilidad, pero contra más ligera es una pala, tendrás menos potencia. Una pala más pesada, no te permitirá moverla con la agilidad de una más ligera, pero te aportará más potencia a la hora del golpeo.
Por último, tendremos que tener en cuenta los con los que está fabricada la pala. Si la superficie de golpeo es muy blanda, ganaremos en potencia, pero perderemos en precisión. En cambio una pala con materiales más duros, aparte de una mayor durabilidad, nos aportara menos potencia, pero tendremos más control en nuestros golpes.
Como puedes ver, no es tan importante el precio de la pala. Lo importante es escoger una pala que sea adecuada para tu forma de jugar junto a tus facultades físicas y que nos sintamos cómodos con ella. Ahora ya estás preparado para elegir tu pala de pádel.
