Este paso suele tomarnos mucho tiempo, ya que se debe hacer una pequeña investigación y una serie de llamadas telefónicas para conseguir las mejores tarifas de las mejores empresas. Un buen punto de partida es pedir a nuestros amigos y familiares que nos recomienden alguna compañía.
Antes de llamar y contratar el servicio, debemos decidir qué tipo de servicio necesitamos. El servicio completo es la opción más conveniente, ya que la empresa se ocupa de todos los aspectos de la mudanza, desde el empaquetado de nuestros muebles y enseres, hasta su llegada y desempaquetado en la nueva dirección. Sin embargo, esta opción es la más cara.
Un servicio parcial es una opción muy popular, ya que la empresa se ocupa de la carga y el traslado de los bienes, dejándonos a nosotros el empaquetado/desempaquetado. El autoservicio es la opción más barata, ya que lo único que necesitamos es alguien que conduzca su camión de mudanzas o un camión de mudanzas que hemos alquilado.
También es importante que hagamos un inventario de los enseres que queremos transportar, ya que las empresas de mudanzas se basarán en él para darnos sus tarifas. No debemos olvidar acordar la fecha en la que queremos mudarnos.
Quizás es buena idea que la mudanza sea un viernes, ya que tenemos todo el fin de semana para desempaquetar y descansar antes de volver al trabajo.
Todas las empresas de mudanza deben tener un seguro de cobertura adecuado. Sin embargo, no debemos tomar esto por sentado y debemos exigir copias del seguro antes de la fecha de la mudanza.
Finalmente, debemos tomarnos el tiempo suficiente para prepararnos para ese día, e intentar contratar nuestro servicio de mudanzas lo más pronto posible, ya que si lo dejamos para el último momento, puede que las mejores empresas, con las mejores tarifas, ya no se encuentren disponibles.
