Cada época del año requiere que le proporcionemos unos cuidados específicos a nuestra piscina. El objetivo, eso sí, es común: mantener el agua y todos los componentes de nuestra instalación en el mejor estado posible. No se trata de un capricho, sino de un mínimo esfuerzo que solo nos aportará beneficios, ya que la piscina durará más y sufrirá menos desperfectos y averías.
Mucho se habla de cómo realizar este mantenimiento en invierno y, por supuesto, en la época alta de baños. Sin embargo, algo menos se sabe de cuáles son las medidas específicas que debemos tomar para la última puesta a punto, justo antes de inaugurar la temporada de baños. Esta tarea es imprescindible para los que no han realizado un mantenimiento correcto en invierno. Estas piscinas pueden presentar, en el peor de los casos, grietas y desperfectos que pueden conllevar pérdidas de agua y otras consecuencias.
Las fugas de agua en las piscinas
Vamos a detenernos en el tema de las fugas de agua pues puede ser más serio de los que parece. Entre otros, se pueden ver afectados los sistemas de filtrado, la bomba, el depósito de agua, las tuberías… Lo peor de todo es que las fugas suelen ser de pequeña intensidad, lo que dificulta mucho su localización.
Ante la menor duda y antes de vaciar completamente la piscina, que es la última medida a adoptar, lo más aconsejable es llamar a un profesional. Pide una revisión completa de tu instalación, será mucho más barato que dejar que se agrave seriamente la avería.
