Gran parte de la inversión privada en México proviene de capital extranjero, lo que significa que otros países están involucrados en los procesos económicos del país. Eso lo sabe el Servicio de Administración Tributaria y por consiguiente les obliga a pagar a estas compañías el correspondiente porcentaje de ISR, tomando como referencia la totalidad de operaciones que éstas realizan en el extranjero en un período de tiempo determinado.
Sin embargo, también les permiten hacer deducciones en los escenarios que se exponen a continuación.
- Cuando alguien nacido en el extranjero le da un producto o servicio a un connacional, sin importar el lugar donde ambos se encuentren
- En el momento en el que un extranjero compra un producto fabricado por un mexicano y que a la vez se encuentra en nuestro país. Obviamente, la reducción en el RFC ocurrirá después del envío de la mercancía hacia el extranjero.
- Siguiendo con el tema de los extranjeros, no podemos olvidar mencionar que ellos pueden arrendar un bien inmueble que se encuentre en el país a cualquier mexicano que se lo solicite. Únicamente, se le pedirá al cliente que muestre su RFC con homoclave para comprobar que se encuentra al corriente con el pago de sus impuestos.
Otros casos en los que llega a aplicarse la regla de deducciones en el SAT es en el instante en donde se hacen pagos por concepto de intereses a compañías extranjeras que prestaron parte de su capital, para ayudar al crecimiento de una empresa mexicana.
Del mismo modo, cuando los nacionales otorgan el pago de licencias a una organización extranjera. Como ya se dijo en una parte anterior de esta reseña, ambas partes deberán entregar a las autoridades fiscales copia fotostática en donde se muestre el cálculo del RFC y los comprobantes de estas operaciones.