El trasplante de médula ósea se define como un trasplante en el que se depositan células madre de una médula sana en el paciente afectado. De esta manera se reemplaza la médula ósea que no está funcionando de la manera correcta y que ha sido destruida por radiación o quimioterapia o bien, extirpada. La médula ósea corresponde a un tejido adiposo suave que se encuentra en la parte interna de los huesos. Estas células madre son células consideradas como “inmaduras” dentro de la médula ósea. Algunas de ellas crecen en diferentes partes de la sangre, como por ejemplo, en los glóbulos blancos, dedicados a combatir infecciones, en los glóbulos rojos, que trasportan oxígeno a los tejidos y las plaquetas que ayudan a coagular la sangre.
Previo al trasplante de médula ósea, la mayoría de los pacientes reciben altas dosis de radioterapia o de quimioterapia o bien ambas. Este procedimiento se denomina como “tratamiento ablativo”. Este tratamiento, busca destruir cualquier tipo de células cancerosas que pudieran quedar. De esta manera, se crea un espacio en la médula ósea, para que ahí crezcan las nuevas células madre. Después de este procedimiento, un médico lleva a cabo el trasplante de células madre mediante un catéter venoso central, de manera que las células entran de manera directa a la sangre.
A. Verástegui
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