Ser un gran amante, no requiere necesariamente una gran dotación física o ser un súper atleta incansable, obviamente que si posees esos atributos te ayudaran pero aun teniéndolos, no te garantizan el éxito absoluto en el lecho.
Ser un gran amante comienza mucho antes de hacer el amor, incluso antes de siquiera existir la posibilidad. Los hombres y las mujeres somos muy diferentes en la manera en la que interpretamos y disfrutamos el sexo, por eso hay detalles que debes tener en cuenta:
Escúchala con cuidado siempre que estén juntos, Ellas adoran ser oídas y Tú ganas información valiosa. Que por lo general Ellas dudan que uno tenga porque están acostumbradas a que los hombres solo finjamos escucharlas. Luego al hacerle saber que la conoces se sorprende y te toma por un hombre detallista. Eso Ya te hizo crecer ante sus ojos.
No dejes ver tu desespero, tampoco te digo que parezcas desinteresado, pero a la mujer de hoy en día le gusta tener la opción de tomar la iniciativa, y muchos hombres se sienten intimidados. Ese no será tu caso pues ya estas sobre aviso en el juego, y hacerte desear un poco también elevara tus puntos.
Una vez en la intimidad, de nuevo escucha, observa, conoce. Los preludios amorosos además de ser muy apreciados por las damas, a la vez de alargar el momento te van dando la información de que tipo de amante quieren que seas.
Siempre inicia con suavidad y ternura. Si Ella desea rudeza o sentirse dominada ya te lo pedirá, por eso pon atención a su expresión corporal, no todas son tan decididas como para pedir directamente. Por eso también puedes hablar y eso le dará confianza.
Finalmente y como regla de oro de todo buen amante asegúrate de que este satisfecha antes de estarlo Tú, y al final no te duermas, alarga con delicadeza el momento y hazle saber lo bien que te hizo sentir.