El toro mecánico. De las ferias de los pueblos a las fiestas particulares.

El toro mecánico. De las ferias de los pueblos a las fiestas particulares.

El toro mecánico ha pasado de ser una de las atracciones fijas en ferias de pueblos y barrios a estar presente en multitud de fiestas privadas.

A día de hoy, no es extraño encontrar un toro mecánico en una despedida de soltero, en un cumpleaños y hasta en la fiesta de fin de curso de un colegio.

Los asistentes a estos eventos hacen cola para montar el toro, aguantar el máximo tiempo posible sobre el aparato y tener su momento de gloria emulando a un cowboy en un rodeo del lejano oeste.

Es una de esas actividades que causan sensación. En la que todos los asistentes a la fiesta, grandes y pequeños, quieren participar. Hoy el toro mecánico está al alcance de cualquier grupo de amigos que deseen gastar su dinero en pasar un rato de sana diversión.

El alquiler de toros mecánicos se dispara en los meses de primavera y verano. Un periodo donde la gente dedicamos más tiempo a cultivar nuestra vida social. Salimos con entusiasmo de nuestras casas después de pasar los fríos y largos meses de invierno.

El paso del toro mecánico de las fiestas de los pueblos a los salones privados se ha podido llevar a cabo gracias a que muchas empresas de alquiler de colchonetas y castillos hinchables lo tienen incluido dentro de su catálogo.  

Estas empresas se encargan de todo. Transporte, manipulación, y montaje y desmontaje del aparato. Para que los usuarios no se preocupen de otra cosa más que de disfrutar.

El toro mecánico es completamente seguro.

Frente a lo que nos pueda parecer, el toro mecánico es una atracción totalmente segura. Las empresas que lo alquilan deben seguir unas estrictas medidas de seguridad fijadas por la Unión Europea.

La empresa propietaria del toro mecánico es la responsable de la seguridad de la atracción. Es la que se preocupa de que no cause ningún daño a los usuarios.

Para ello, estas empresa solo dejan la manipulación de la máquina en manos de operarios de confianza. Son ellos los que van a controlar la intensidad de los envistes del toro, de manera que se adapte a las características de la persona que está encima.

El operario, a su vez, debe conocer cómo funciona la máquina, y saber cómo arreglar cualquier posible avería, de forma que la diversión esté garantizada.

Por el nivel de dedicación que requiere el toro mecánico, su precio es algo más caro que el de otras atracciones hinchables. Para empezar, esta atracción siempre se alquila por horas, nunca por días. Ya que se debe pagar el sueldo del operario que se dedica en exclusiva a su manipulación y mantenimiento.

Aun así, no es algo prohibitivo. De hecho, la mayor parte de los alquileres de este producto provienen de particulares. No tanto de locales de ocio nocturno, como discotecas y pubs, como podríamos pensar.

Alquilar un toro mecánico es una decisión acertada para convertir cualquier celebración en un acontecimiento inolvidable.

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