Azul como el bello mar, como el cielo despejado en el enorme horizonte así es tu mirada
La misma que enternece mi alma, la que al contacto visual se refleja en mis ojos y hace que me olvide del mundo y aún no he logrado comprender por qué…
Esa voz, melodiosa que endulza mi oído, embelesa mis sentidos y neutraliza mi razón…
Todo tu ser estremece mi cuerpo y me lleva a un dulce y fantasioso mundo de ensueños…
Así como la lluvia caída del cielo llegaste tú, como la lluvia repentina, transparente y trasformadora, aquella que al contacto con la tierra fertiliza las semillas de las plantas y enverdece los campos, así mismo llegaste tú y cambiaste el rumbo de mi mundo…
¿Acaso para bien? ¿O para mal?
¿Acaso es esto magia encantadora que seduce y enamora?
O es la suave brisa que acaricia tu cabello y al contacto con mis dedos me embelese más y más…
¿Qué es esto que me deja sin palabras, qué alimenta la zozobra y atormenta mi existir?…
Largas noches de insomnios me ocasionan tu ausencia y en la soledad de mi cama sueño con tu tierna presencia… presencia esta que enloquece mi actuar…
Dulce frenesí que me lleva a querer explorar poco a poco tu cuerpo, acelera mi ritmo cardiaco, me lleva a perder la cordura y en un momento de locura quiero tus labios besar…
Ensueño de amor, ilusión indisoluble, anhelo desenfrenado, impredecible, tonto sentimiento definido este simplemente como amor…