Hoy en día nos encontramos viviendo en los últimos tiempos y por esto mismo nuestro Señor Jesucristo y nuestra Mare Santísima nos están preparando desde hace tiempo para prevenirnos de lo que viene. Varias apariciones de la Virgen y de Jesús en todo el mundo nos siguen demostrando que estamos llamados a vivir en gracia para llegar al juicio final con el alma limpia. Tal es el caso de Marie-Julie Jahenny que durante su vida relató varias apariciones de Jesucristo y la Santísima Virgen María, de las cuales recibió profecías sobre el fin del mundo, castigo por los pecados del pueblo, el Gran Monarca Católico, la destrucción de París por la guerra civil, los Tres Días de Oscuridad, y la venida del Anticristo.
Desde los veintitrés años hasta su muerte, llevó los estigmas. Según el testimonio de los testigos, experimentó sagradas comuniones milagrosas, períodos de ayuno milagrosos en los que vivió sin otro alimento que la Eucaristía durante varios años, sufrió ataques sobrenaturales del diablo y tenía el don de la profecía y los milagros.
Escapulario Morado dado a Marie-Julie Jahenny.
"Este escapulario aplastará a los impíos que blasfemen Mi Nombre en la casa donde se encuentre expuesto. Si entra un impío, se sorprenderá tanto, que se convertirá. Las personas que lo usen serán protegidos de los truenos, accidentes y muerte repentina. Cuando sea colocado en el Templo Sagrado, expulsará a los impíos y evitará las profanaciones. Durante los castigos serán inmunes. Nuestro Señor también agrega que al presentarle a un alma obstinada este escapulario en el momento de la muerte, despertará en ella la fe y la conversión, todos aquellos que lo usen y amen, se librarán de los dolores del alma, aquellos que lo lleven serán preservado de todo peligro como si poseyera el Cielo. Este escapulario será como un pararrayos debajo del cual los golpes de la cólera divina no golpearán"
Así que si eres devoto o devota, este escapulario debería estar en tu casa o aún mejor llevarlo contigo todo el tiempo, además de irte preparando con mucha oración, asistiendo a la misa constantemente, llendo al sacramento de la confesión y vivir intensamente tu vida de fe.
