La musica es algo que gusta a todos los niños, y desde muy temprana edad, sienten curiosidad y ganas de aprender. No en vano sus juguetes favoritos suelen ser musicales.
La guitarra es uno de los instrumentos que más llama la atención y muchos son los niños que piden a sus padres que les lleven a aprender a tocar este instrumento. Para ayudaros a tomar una buena decisión os traigo una serie de consejos que os servirán de ayuda.
La musica y el tema de la edad a la que es recomendable comenzar a estudiarla es subjetivo, dado que no todos los niños se desarrollan a la par y cada uno tiene un grado de madurez distinto. Como norma general los seis años es la edad en la que se comienza a aprender con un programa didáctico adecuado. Hay niños que tienen más facilidad que otros y antes de esta edad son capaces de entender y aprender, de la misma manera que hay niños que necesitan esperar algún año más para estar preparados.
Cuando la decisión de enviar al niño a clase ya está tomada nos queda por decidir una cuestión tan importante como la anterior: qué tipo debemos comprar.
La ideal para un niño sería una clásica o española. Esta es la más blanda a la hora de tocar, puede tocarse con la uña sin la necesidad de púa; el hecho de que la cejuela es mayor que en otro tipo de guitarra les hará más sencillo el uso de su mano izquierda; se puede escoger entre diversos modelos y calidades y hay mucha disponibilidad en el mercado.
Es importante cuando compréis el primer instrumento a vuestro hijo, que este sea adecuado a su estatura. En las tiendas podréis encontrar varios tamaños, escoged aquel que sea perfecto por su concordancia con la altura, esto evitará posibles problemas posturales en el niño.
Enviad a vuestro hijo a clases de música solo si el niño lo pide, de otra forma lo único que se conseguirá será que vuestro hijo sienta aversión hacia esa materia y termine dejándolo. Dad un tiempo a vuestro hijo para que se sienta cómodo y dadle ánimos los días en que las clases no la vayan muy bien, aprender a tocar cualquier instrumento siempre es una carrera de fondo donde perder la ilusión ocurre más a menudo de lo que parece.
