Hay dos formas de usar el Tarot: como adivinación y como terapia.

Hay dos formas de usar el Tarot: como adivinación y como terapia.

Todos somos los cocineros de nuestro destino y en cualquier momento podemos cambiarlo, pues éste es la respuesta del universo a nuestros actos, omisiones y pensamientos, es producto del principio de acción y reacción, que en Oriente es conocido como la Ley del Karma.

La capacidad de crear el futuro es proporcional al grado de conciencia. Como terapia nos ayuda a tomar conciencia de lo que realmente está dificultando nuestra realización y muestra qué actitudes tenemos que tomar si queremos liberarnos.

En cierto sentido, nuestro futuro no es un misterio, es la consecuencia de las elecciones de nuestro presente y pasado. Lo estamos "moldeando" con cada decisión, como efecto de la ley de Causalidad (acción y reacción).

Una predicción hecha de manera tajante no ayuda a nadie. Si reconocemos en la persona sus capacidades transformadoras, da a una consulta una calidad y trascendencia incalculables.

El tarot es una parte, a través de sus cartas (arcanos) donde se canaliza la energía cósmica, y somos capaces de “ver”· todo aquello que dificulta tu avance, para conseguir lo que deseas y necesitas atraer a tu vida. Es una poderosa herramienta, tanto de orientación como de adivinación, facilitándote el camino y la toma de decisiones en tu vida. Las cartas del Tarot son simbólicas, y de ahí su capacidad para ser una herramienta de adivinación. Las circunstancias no suceden por azar. Nada sucede por casualidad, sino por causalidad, la casualidad ni siquiera existe.

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