Yo era un hombre alegre…que un día perdió la alegría, entre exámenes médicos, Resonancias y tomografías.
Yo era Hombre libre…que un día perdió esa libertad en la escafandra de un diagnóstico terminal y súbito.
Yo era un Hombre trabajador…que un día perdió su trabajo, entre Internamientos hospitalarios e intervenciones quirúrgicas.
Yo era un Cirujano, que blandía orondo el escalpelo…que un día el escalpelo se volvió orondo hacia mí y abriéndome un boquete en el hipocondrio, me devolvió a la Vida… ¡cuando ya la vida se marchaba de mi!
Yo era un Médico…a quién un día el Cáncer… ¡le arrebató su atavío! y lo tiró a un lecho como paciente y cuando ya sólo esperaba ser enterrado… las manos ensangrentadas de los Cirujanos me devolvieron la Vida… y la bata impoluta de Galeno.
Por ello CIRUJANO... .
¡Saludo tus Ojos de Águila!, y tu mirada de Lince que te permiten ver los tortuosos vericuetos de la desafiante Anatomía sembrada de Tumores y emboscadas.
¡Saludo tu Corazón de león! y tu Bravura, que te hace fuerte, frente a los sangrados, adherencias e imponderables.
¡Saludo tus Manos de Mujer! que te hacen terso, humano y generoso ante el fiero dolor.
¡Saludo tus manos ensangrentadas! que representan el triunfo de la Cirugía.
¡Saludo tu FE!, porque en algún recoveco del Alma, acrisolas una plegaria, que en esta lucha, siempre es necesaria
¡Saludo tu Prudencia… con la que conjugas tu innata Vehemencia.
¡Saludo tu Sabiduría…en las decisiones!...
¡Saludo la Velocidad… De tus reflejos
¡Saludo tu Olfato...Para prever los Riesgos.
¡Saludo tu Adrenalina!... Fragancia natural de tu Vida
¡Levanta tu escalpelo Cirujano y brindemos por la salud y la Vida que nos devuelves!
¡Saludo tus heroicas victorias
Y tu anónima presencia en la Gloria!